Cuando un/a esquiador/a cuenta con un cierto nivel a la hora de deslizarse por la nieve, y más si se dedican al mundo de la competición, permanecer de abril a noviembre sin pisar las montañas produce un efecto de disminución de forma física y técnica que acostumbra a pasar factura a la hora de retomar la temporada.
La importancia de realizar un stage en verano
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